Hemos acabado este mes con la serie de la Generosidad. Hemos aprendido la gran importancia que la Biblia y Dios mismo le da a esta manera de vivir.
Generosidad no trata tan solo de dinero, no trata tan solo de obras, no trata de normas bien cumplidas. Generosidad habla de una estilo de vida, trata de amor, trata de la esencia misma de nuestro Dios quien sin reservarse nada, se dio enteramente por nosotros y se entrego a sí mismo como sacrificio por amor.
Que Dios abra nuestros ojos y nuestro entendimiento para poder ver como el ve, para poder sentir su corazón y que nuestras mentes sean cambiadas a su imagen, y que nuestras vidas en el día a día reflejen esta generosidad, que Dios mismo nos demanda.
Sin duda alguna dar, es mejor que recibir, y para los que hemos recibido esta gracia gratuitamente y sin costo alguno, demos hacia los demás gratuitamente, para honrar a Aquel que nos dio a nosotros primero.
